viernes, 9 de marzo de 2018

Body hopper “famila”

Bodyhopper “familia” 
Leticia, Juan y Fernanda era una famila normal en un tarde normal, que no sabía cómo iba a cambiar su vida después de esa tarde.
Cuando tres amigos Luis, Pedro, Alejandro  la descubrieron la extraña a casualidad que eran bodyhopper y que tenían la capacidad de introducirse en cuerpo de alguien más y tomarlo como suyo incluso jugar con sus mentes usaban esto para su propio beneficio.
Ya tenían los ojos puestos en la familia de Leticia y Juan y cuando vieron la oportunidad de introducirse en los cuerpos de la feliz familia no lo dudaron.
El primero en actuar fue Luis que se introdujo en cuerpo de la adorada niña, Luis en cuerpo de la Fernanda -siempre me han gustado las más pequeñas, me gusta sentirme inocente para pervertí este cuerpo, wow! Mis tetas son tan lindas, sin duda voy a divertirme en el  cuerpo de esta sofrita-
Luego siguió Pedro que terminó en cuerpo del papá - a mi me gustan las viejas y cogerlas me encanta así que prefiero ser hombre-
La última y más afectada fue Leticia en la que se introdujo Alejandro que era un pervertido y sin pudor que le gustaba jugar con las mentes de Sus anfitriones- sin duda esta puta está que arde y su hija va igual que ella, voy a disfrutar cogermela.- 
Los tres amigos bajaron se reunieron en la sala con sus nuevos cuerpos y sin perder tiempo comenzaron. 
Eso es perra chupa bien esa verga, déjala bien lubricada para mamá dijo Leticia mientras que empujaba a su propia hija al pene de su propio padre el cual  succionaba como si no hubiera mañana. 


De repente Fernanda se saca el miembro de su padre de la boca - Mami ya está listo para ti- Leticia quito a su hija hizo su tanga aún lado se inclinó para ser penetrada. Los gemidos de la madre se podían escuchados por toda la casa -mételo hasta el fondo- decía Leticia mientras que Fernanda la besaba apasionadamente y jugaba con los pezones de su mamá -Mami ya veo de donde saque lo puta, a mi también me fascina la riata como a ti- decía Fernanda mientras se sentaba en el sofá y bajaba la cabeza de su mamá a su zona íntima. 

-hija jamás en la vida había probado una pucha tan rica como la tuya, ¿no quieres probar?-  Le decía Leticia  a Juan el padre de Fernanda que de inmediato apartó a Leticia para meterle su miembro a su propia hija fue cuando Juan ya no aguanto más que estalló llenado la vagina de su propia hija con su semilla, Fernanda extasiada lleva su maní hasta su vagina y con un dejo lo agarra un poco de todo el semen que sale escurriendo de ella, lo lleva a su boca para probarlo -Mmmmmm sabe tan Delicioso, me das lo que sobra en la boquita papi- a esto Juan lleva y pone su pene en la boca de su hija para que ella lo termine de limpiar, mientras que Leticia succionada todo lo que sobraba de la vacuna de su hija. 
Los hoppers abandonaron los cuerpos de la familia justo en el lugar donde los encontraron, Fernanda con un rato sabor de boca y su vagina aún escurriendo y muy agotada preguntándose cómo pasaron 4 horas si que se diera cuenta y muy confundida, su padre Juan fue el menos afectado el solo se sentía muy cansado y con un olor extraño en la boca, pero sin duda la que más desconcertada  dejaron y peor le fue si duda a se quedó fue Leticia que no solo la dejaron sin su sostén y solo bastó que le pusieran su vestido, a la hora de abandonar su cuerpo el hopper decidió oler su feminidad una última vez arrastrando su ropa interior en su vagina para luego llevarla hasta su nariz y aspirar, cuando el hopper dejó su cuerpo ella quedó sumamente confundida ¿por qué no Tenía su sostén? ¿por qué se sentía tan cansada? Pero sobretodo ¿Por que estaba oliendo su propia tanga? Y por qué su propio aroma le resultaba tan extasiantey excitante.

Al parecer el hopper jugó un poco con su mente dejándole un fetiche y obsesión con el olor de la vagina, después de un tiempo se dio cuanta que su propio olor no era el único que le gustaba, cuando lavaba la ropa encontraba la ropa interior usa de su hija, no duda en experimentar ese delicioso ahora, Tomaba las tanguitas de su hija y las lleva hasta su nariz, descubrió que el aroma de su hija le encantaba mucho más extasiante  que el suyo, siempre terminaba masturbandose en el cuarto de lavada pensado en el olor de su hija. Leticia no sabía por qué de repente es obsesión con el olor de la vagina, pero en lugar de sentir repudio por ella al hacer eso con su ropa interior y la de su hija, se sentía tan natural cuando lo hacia, sin duda un secreto que ocultaría a toda costa.

7 comentarios: